Dependiendo del tipo de trabajo que se va a realizar y del flujo de trabajo y la estructuración del mismo por parte del proveedor de servicios de impresión, es posible que se solicite al equipo de diseño o al cliente la verificación de las pruebas de preimpresión que del trabajo se vaya haciendo en diferentes puntos del proceso del mismo. Es probable que, de tanto mirar el proyecto y de tanto estar volcado en él, el diseñador pierda algo de perspectiva y deje pasar por alto algún aspecto fundamental del mismo.

Para que eso no suceda, hay que hacer un repaso de los temas claves a los que hay que prestar atención en cada fase del trabajo.

Pruebas de imagen

Las pruebas de imagen, en ocasiones, reciben el nombre de pruebas aleatorias. Cuando no se está seguro de la calidad de las imágenes con las que se ha trabajado es probable que se desee comprobar el resultado del trabajo efectuado con las mismas antes de continuar con el resto de los pasos de la producción.

En la revisión de las imágenes hay que comprobar:

  • El tamaño de las mismas. Preguntarse sobre si las imágenes empleadas están colocadas al tamaño adecuado es fundamental. Si las mismas imágenes se usan en diferentes lugares del documento y a tamaño distinto, ¿están esas imágenes separadas, cada una a su escala correcta?
  • Encuadre. ¿Hay suficiente imagen para rellenar el área destinada a la misma en la página de diseño? ¿Ha sido la foto recortada de manera adecuada? Si se necesita sólo una pequeña parte de la imagen, ¿hemos guardado sólo, para introducir en el archivo, la parte de la imagen correspondiente?
  • Orientación. ¿Están las imágenes orientadas correctamente? ¿Se han volteado horizontal o verticalmente si tenía que hacerse así?
  • Color. ¿Hay una justa representación de los colores originales? ¿Es demasiado oscura? ¿Tiene demasiada luz? ¿Le falta contraste? ¿Las gamas de grises son, verdaderamente, gamas de grises o se observan en ellas tonos rojizos, azulados o verdosos?
  • Detalle. ¿Se observan claramente los detalles en las áreas de claros y sombras?
  • Efecto muaré. Especialmente al fotografiar o captar diseños originales de tejidos o patrones geométricos es probable que haya que dar un trato especial a algunas de las partes de la imagen o a la imagen en sí. A veces es necesario recurrir al Photoshop para someter el muaré. Cualquier intervención, eso sí, puede suponer una pérdida de detalle. Hay que valorar, pues, si esa pérdida de detalle es lo suficientemente importante como para desestimarla.
  • Siluetas. En esta fase del trabajo puede resultar de vital importancia el comprobar los bordes de las siluetas. Lo que aparece claramente nítido y limpio en la imagen en pantalla puede, fácilmente, no serlo tanto cuando se procede a imprimir. Por eso es importante disponer de una prueba de las mismas antes de que se proceda a realizar la impresión definitiva.
  • Retoque. Si se ha solicitado algún retoque, la prueba servirá para comprobar si dicho retoque se ha hecho y si se ha hecho de manera adecuada. Una vez vista la prueba, quizás se observe la necesidad de realizar algún otro retoque en algún punto determinado de la imagen.

Control de páginas de pruebas

No todos los proveedores de servicios de impresión elaboran pruebas de preimpresión de cada una de las páginas del proyecto a imprimir. Algunos, sin embargo, sí lo hacen. Eso permite comprobar no sólo el contenido de las páginas, sino también si la paginación se ha realizado de la manera adecuada y la imposición ha sido correcta. Al comprobar estas páginas, el diseñador o el cliente de la empresa impresora puede verificar los siguientes aspectos:

  • Tamaño de la página. Hay que asegurarse de que las dimensiones de la página son las correctas.
  • Sangrado. Hay que asegurarse de que el sangrado es el correcto.
  • Área de la imagen. En la página de prueba hay que mirar si las imágenes o el texto están ubicados a una distancia prudencial del borde interior de la página para evitar que el guillotinado o el pliegue los pongan en situación de peligro.
  • Fuentes correctas. Hay que asegurarse de que el texto destinado a ser negrita o cursiva están ciertamente en negrita o cursiva y de que la fuente de la letra es la fuente elegida.
  • Fijación del texto. Hay que observar detenidamente el texto para asegurarse de que ha fluido correctamente y de que la última línea está intacta y colocada en el punto exacto en el que tiene que estar colocada sin que se haya producido algún reflujo indeseado por algún cambio de tipología y sin que se haya producido un salto de línea.
  • Imágenes correctas. Este es el momento de asegurarse de que las imágenes que se ha empleado son las imágenes correctas. Siempre se corre el riesgo, sobre todo si una imagen ha sufrido modificaciones, de que la imagen que haya quedado adjunta al proyecto sea una imagen incorrecta. También hay que comprobar que las imágenes llenan el espacio designado a ellas y que han sido cortadas de correctamente.
  • En estas pruebas puede comprobarse, también, que no se produce ninguna sobreimpresión indeseada y que los negros aparecen suficientemente enriquecidos como para evitar que, en el momento de la impresión, y sobre todo si hay alguna zona amplia de negro que cubrir, aparezcan moteados o debilitados.
  • Efecto muaré, tonos o imágenes. No sólo las pautas y los tejidos son propensos a la aparición del efecto muaré. También puede ocurrir en algunas combinaciones de color como pueden ser el amarillo o el negro. Cuando la imagen se presenta como un medio tono, también puede producirse ese efecto indeseado. Si el efecto se observa en este período de pruebas de preimpresión no hay que obviarlo en caso alguno. Lo mejor es consultar con el impresor para saber si es conveniente volver a escanear la imagen suavizando el patrón o si, por ejemplo, cambiando los ángulos de pantalla podría cambiarse el efecto mejorando, de ese modo, los resultados.
  • Colores directos. Hay que asegurarse, en este aspecto, de que no habrá puntos de color.
  • Crossover art. Cuando hablamos de comprobar el crossover art estamos hablando de comprobar que la alineación y el color de una imagen o una pieza que cruza dos páginas es la correcta.

Tras realizar todas estas comprobaciones y una vez realizadas las correcciones oportunas, hay que dar el OK a las pruebas de preimpresión. Ese OK impone una responsabilidad tanto sobre el cliente como sobre el impresor. El impresor deberá ajustarse a las pruebas de preimpresión corregidas. Si en sus pasos siguientes el impresor no se ajusta a ellas, será responsabilidad suya el resultado final de dicha decisión, y los costes derivados de esa acción le serán imputables a él. Si, por el contrario, es el cliente o el diseñador el que quiere introducir nuevos cambios cuando ya el proceso de impresión está en marcha, dichos cambios le deberán ser facturados a él.