En nuestro artículo anterior destacábamos la importancia de los escáneres en las artes gráficas y hablábamos de los distintos tipos y de cómo éstos nos servían para guardar imágenes en formato digital y con las que trabajar. En este artículo de hoy vamos a hacernos una pregunta que, en artes gráficas, es fundamental: ¿en qué formato deben guardarse las imágenes? En gran medida, la respuesta dependerá de la finalidad que queramos dar a la imagen. Por regla general, el programa de edición en el que vayan a colocarse las imágenes determinará el formato de imagen con el que pueden emplazarse las mismas. Normalmente, los programas permiten una gran variedad de formatos de archivo de imagen, aunque los comúnmente más utilizados son los formatos TIFF y EPS. Sin embargo, los archivos originales de Photoshop (PSD) y los archivos PDF se usan, también, con bastante frecuencia.

Veamos a continuación cuáles son las características propias de cada uno de los formatos de archivo de imagen que se utilizan en artes gráficas.

TIFF

El TIFF (Tagged Image File Format) es, probablemente, el formato de archivo de imagen más extendido entre los programas de edición. QuarkXPress, InDesign, Adobe PageMaker o Microsoft Word trabajan con este formato. El formato TIFF admite múltiples capas, así como también espacios de color RGB y CMYK. Este formato de archivo de imagen es utilizado sobre todo en la impresión de imágenes digitales, debido a que crea archivos de gran calidad. El principal inconveniente de este formato es el tamaño (peso) de los archivos que crea, por lo que no suele utilizarse para almacenamiento.

PSD

PSD es el formato de trabajo usado por Photoshop. Normalmente al trabajar en Photoshop abrimos una imagen en formato JPEG creada con una cámara y comenzamos a modificarla. Si deseamos guardar esa imagen para seguir trabajando con ella en otro momento, debemos guardarla en formato PSD. Será cuando hayamos acabado de trabajar con ella cuando podamos obtener una copia en formato JPEG o en cualquier otro formato de archivo de imagen.

EPS o PostScript encapsulado

Este formato de archivo de imagen, muy utilizado en la impresión profesional, es muy adecuado para intercambiar archivos entre programas de maquetación, como pueden ser el Maker o el QuarkXPress, o de dibujo vectorial como el Freehand o el Corel. Junto al TIFF, es uno de los estándares del universo de la edición digital. Para la impresión de estos archivos, sin embargo, se necesita una impresora que pueda desencapsular el archivo.

El EPS contiene información vectorial, por lo que no puede visualizarse en un equipo que no disponga de un software específico. Al ser una imagen vectorial no plantea problemas de resolución. Puede ser impresa a cualquier tamaño. Eso sí, las fotografías, al no ser vectoriales, presentarán una resolución limitada. Este tipo de archivo puede ser abierto por editores de imagen como, por ejemplo, Photoshop, realizándose, en esa apertura, un proceso de rasterización. Dicha conversión del archivo vectorial en un mapa de bits tendrá la resolución que nosotros le digamos al programa.

PDF

Las siglas PDF corresponden a la expresión inglesa Portable File Document (“fichero de documento trasladable”). Como su nombre implica, es un formato de datos que se puede usar para describir documentos. Adobe, la firma que desarrolló el PDF, comercializa programas capaces de crear, editar y ver ficheros en formato PDF. Muchas compañías han desarrollado sus propios programas para usar PDF. En el ámbito de la preimpresión, el formato de archivo de imagen PDF se usa cada vez más para intercambiar información entre distintas aplicaciones.

En la actualidad, la frontera entre las tareas de foto-composición y diseño es, cada vez, más borrosa. Los diseñadores, enfrentados a su tarea diaria, precisan de un software que sea fuerte y flexible al mismo tiempo. El software del diseñador no sólo tiene que ser rápido. También tiene que permitir el uso de archivos de gran tamaño. Finalmente, sin embargo, el diseñador deberá contar siempre con la tecnología de la que dispondrá la empresa editora. Hay que tener en cuenta que el desarrollo del software no se detiene y es algo constante que no siempre permite que la empresa editora se actualice todo lo rápido que sería deseable. Las capacidades del impresor marcarán gran parte del desarrollo del proceso de edición.

Formatos de imágenes inapropiadas para imprimir

Hay algunos formatos de archivo de imágenes que están destinados principalmente al trabajo en pantalla o en la web y que no se utilizan para imprimir. Esos formatos son los siguientes:

JPEG (Jonit Photographic Experts Group)

Las cámaras digitales acostumbran a almacenar directamente las imágenes en formato JPEG. Este formato de archivo de imágenes es uno de los más utilizados a la hora de publicar imágenes en una web. La compresión con este formato de archivo de imagen acostumbra a acarrear una cierta pérdida de calidad en la imagen. También se produce esa pérdida cada vez que esa fotografía se modifica y guarda, por lo que no es el formato más idóneo para la impresión.

Por otro lado, no es igual la imagen JPEG obtenida de la cámara digital o de un archivo que la imagen obtenida de una web. En cualquier caso, es aconsejable, una vez obtenida la imagen, guardarla en formato TIFF o PSD.

Formato de intercambio de gráficos (GIF)

Este formato de archivo de imágenes ha sido diseñado específicamente para comprimir imágenes digitales y resulta ideal para publicar dibujos en la web. En ningún caso es recomendable para tratar imágenes de cierta calidad ni originales. Su paleta de colores, limitada a 256 colores, impide que esas imágenes puedan reproducirse fidedignamente.

PNG (Portable Network Graphics)

Este formato, que permite una alta resolución, garantiza una compresión excelente (mucho mejor que la del GIF) sin pérdida de calidad. La admisión por su parte de un número de colores superior a los 256 le da una ventaja importante sobre el formato anterior a la hora de reproducir fidedignamente imágenes en color. Sin embargo, el hecho de que no admita el modo CMYK lo inhabilita como formato apto para tareas de diseño destinadas a la impresión.

El BMP (Mapa de Bits)

Este sistema ha sido muy utilizado porque fue desarrollado para aplicaciones de Windows. Este formato de archivo de imágenes no sufre pérdidas de calidad, por lo que resulta muy adecuado para guardar imágenes que, con posterioridad, se deseen manipular. La principal ventaja que plantea este formato es que guarda una gran cantidad de información de la imagen. El inconveniente principal, por su parte, es que el tamaño de archivo es demasiado grande. El hecho de carecer de soporte CMYK hace que no pueda ser útil para trabajar con vistas a la impresión.