El papel es un material fundamental en nuestra vida diaria, utilizado en una variedad infinita de aplicaciones, desde la impresión de documentos hasta la creación de obras de arte. Sin embargo, pocas personas conocen a fondo las especificaciones técnicas que determinan su calidad y utilidad. Entre estas especificaciones, tres de las más importantes son gramaje, grosor y volumen del papel.

Estas tres propiedades de esta superficie de impresión están relacionadas entre sí pero no son, en modo alguno, sinónimas.

En este artículo, exploraremos en detalle qué significan estos términos y cómo influyen en las características del papel y en sus diversos tipos.

Gramaje, grosor y volumen del papel

Gramaje del papel

El concepto de gramaje se refiere al peso en relación con su superficie. Se mide en gramos por metro cuadrado (g/m²) y es un indicador clave de la densidad y la calidad del papel. Por ejemplo, uno que tenga un gramaje de 80 g/m² es más ligero que uno que lo tenga de 200 g/m². El gramaje del papel no solo afecta la sensación al tacto del mismo, sino que también influye en su durabilidad y en su capacidad para soportar tinta y otros medios de impresión.

Cuando hablamos de un papel de 90 g/m² estamos hablando de uno del cual, si tuviéramos una hoja o un pliego de un metro cuadrado, esa hoja o ese pliego pesarían exactamente 90 gramos. Saber eso nos sirve para saber lo que pesa una resma (500 pliegos u hojas) y, por supuesto, nos sirve para saber cuánto pesarán los envíos en caso de que éstos deban ser enviados por correo.

Los papeles de mayor gramaje son generalmente más resistentes y se usan a menudo para trabajos que requieren una mayor durabilidad, como tarjetas de visita o cubiertas de libros. Por otro lado, los de menor gramaje son ideales para impresión en masa, como el papel de oficina estándar, ya que son más económicos y permiten reducir costos en grandes tiradas.

Gramaje del papel

Grosor

El grosor del papel, por otro lado, se refiere a la distancia entre las dos caras del mismo, que se mide con un micrómetro o “palmer” y se expresa en milímetros o en micras (µm) o, lo que es lo mismo, milésimas de milímetro.

El grosor es un aspecto crucial a tener en cuenta, especialmente en aplicaciones donde el espacio es limitado, como al encuadernar libros o al utilizar impresoras. Una hoja más gruesa puede dar una sensación de mayor calidad, pero también puede ser más difícil de manejar en ciertas máquinas.

Es importante destacar que el grosor no siempre se correlaciona directamente con el gramaje. Dos papeles con el mismo gramaje pueden tener diferentes grosores si están fabricados con distintos tipos de pulpa o procesos de producción. Esto significa que uno de 200 g/m² puede ser más delgado que otro del mismo gramaje si el segundo ha sido fabricado de una manera que le otorga mayor compactación.

Grosor del papel

Volumen

El volumen del papel es otro concepto esencial que se refiere a la relación entre el grosor y el gramaje. Se mide en centímetros cúbicos por gramo (cm³/g) y se utiliza para describir cómo ocupa espacio el papel. Una hoja con un mayor volumen puede parecer más gruesa y tener una mejor apariencia en términos de calidad, incluso si su gramaje no es tan alto. El volumen se ve influenciado por la estructura de la fibra y por el proceso de fabricación del papel.

El de bajo volumen es más compacto y pesado, aunque más fino. El de alto volumen, por el contrario, es más grueso y, a su vez, ligero. Para encontrar la explicación de este fenómeno hay que acudir a la estructura del papel y a la proporción de aire y cargas que contiene entre sus fibras.

En uno estucado, por ejemplo, las fibras están más prensadas y con poco aire entre ellas. Esto es así porque este tipo de papel pasa, en su proceso de fabricación, por lo que se conoce como proceso de calandrado. Este proceso sirve para prensar las fibras y, con ello, alisar la hoja. El papel offset, por el contrario, se caracteriza por tener unas fibras más esponjadas, lo que hace que a igual gramaje o peso que el estucado, el offset tenga mayor grosor y mayor volumen que el estucado.

Un papel con un alto volumen es ideal para aplicaciones como calendarios, tarjetas y papelería de alta calidad, ya que proporciona una sensación de robustez y elegancia. En contraste, los que tienen bajo volumen tienden a ser más delgados y ligeros, lo que puede ser ventajoso para la impresión de documentos cotidianos.

Volumen del papel

Fórmulas de relación de gramaje, grosor y volumen del papel

En resumen, entender los conceptos de gramaje, grosor y volumen del papel es fundamental para elegir el tipo de soporte adecuado para cada aplicación.

La relación entre esos tres términos viene fijada por tres fórmulas que todo impresor (y también toda persona que vaya a diseñar un producto de impresión) debe tener presente. Esas tres fórmulas son las siguientes:

  • Gramaje= Grosor / Volumen
  • Grosor= Gramaje x Volumen
  • Volumen= Grosor / Gramaje

Cada uno de los tres aspectos señalados influye en la calidad, la durabilidad y la apariencia. Al seleccionar el tipo correcto, no solo se mejora la presentación de los documentos, sino que también se optimizan los costos y se garantiza que el producto final cumpla con las expectativas del usuario. Así que, la próxima vez que necesites papel, recuerda considerar estas características para tomar una decisión informada.

Tipos de papel