Una de las últimas novedades en el universo de las artes gráficas y que ofrece múltiples posibilidades a la hora de realizar un trabajo de impresión digital es la de imprimir tinta blanca.

A esta técnica se la llama también “cama de blanco”, “blanco selectivo” o “fondeado”.

Este tipo de trabajo de imprenta ofrece un gran potencial de posibilidades cuando se utiliza sobre soportes de tonos oscuros.

Dependiendo del tipo de soporte en que se utilice y de la imaginación del diseñador que la escoja como parte importante de su creación, la tinta blanca puede ofrecer acabados muy originales y elegantes.

De ella, de sus utilidades y de las técnicas que pueden emplearse para imprimirla vamos a hablar en este post.

Imprimir tinta blanca

Utilidades de imprimir tinta blanca

Al igual que las metalizadas, los colores Pantone o los invisibles, ésta es una tinta especial que no entra dentro del marco del universo CMYK.

Entre las ventajas que ofrece imprimir con tinta blanca podemos destacar las siguientes:

  • Realza la imagen a color, pues da un mayor impacto visual a aquellas imágenes o zonas en las que se ha aplicado.
  • Delimita con mayor nitidez los contornos cuando se utiliza como complemento de otros colores. Gracias al uso de la impresión con tinta blanca, se consigue un resultado más nítido sobre soportes oscuros, coloreados, metalizados o muy absorbentes como pueden ser los papeles offset o las cartulinas no estucadas.
  • Permite dar un mayor brillo a los colores impresos en cuatricromía (CMYK). Para ello, se recomienda dar una primera pasada de blanco sobre los papeles demasiado absorbentes o de color. Al utilizarlo como base, los colores que se imprimen después sobre él se vuelven más saturados.
  • Resultado opaco. Cuando se imprime en materiales transparentes como puede ser el metacrilato impreso, se hace opaca la zona sobre la que se aplica y se la realza. Su opacidad permite, también, conseguir mayor visibilidad sobre los soportes oscuros que las tintas CMYK.
  • Este tipo de tintura puede servir también para imprimir sobre soportes blancos como si de marcas de agua se tratara. Con ello, el diseñador puede proteger e identificar sus creaciones.

La impresión en este color puede utilizarse sobre soportes tan variados como pueden ser los más distintos tipos de papel: estucados y no estucados, texturados y metalizados, adhesivos, vegetales o reciclados y cartoncillo o papel Kraft.

También puede utilizarse también sobre soportes sintéticos como el poliéster tanto si es blanco como si es transparente o translúcido.

Gracias al uso de este recurso se puede dar una imagen altamente personalizada, impactante y llamativa a todo tipo de tarjetas de visita, folletos promocionales, tarjetas postales o de felicitación, portadas de libros, invitaciones, catálogos, cartelería corporativa, adhesivos, etiquetas, PLV, objetos publicitarios (stoppers), seguridad para entradas, packaging, etc.

Tinta blanca para impresora

Maneras de imprimir blanco

A la hora de trabajar en imprenta con este color podemos escoger entre tres sistemas diferentes:

Tradicionalmente, los impresores offset han sido reacios a imprimir en blanco. ¿Por qué? Porque obligaba a cambiar los cuerpos de tintaje de la máquina, lo que ralentizaba el proceso. Actualmente, gran parte de esos problemas se han resuelto.

El offset, además, ofrece la posibilidad de abaratar costes en tiradas largas. Eso sí: se recomienda utilizar en papeles opacos o de color.

La serigrafía, por su parte, ha sido hasta no hace demasiado el sistema preferido para trabajar con este color. El hecho de que las tinturas en serigrafía sean más densas que en offset y, por tanto, ofrece más opacidad, ha sido determinante en este sentido.

Dicho de otro modo: las tintas de este color cubren más en serigrafía y el blanco es más blanco. ¿El hándicap principal de este sistema? Que no ofrece una definición tan buena como la que ofrece el offset, sobre todo en objetos de pequeño tamaño o en textos de cuerpo reducido.

La impresión digital con tinta blanca se ha convertido en los últimos tiempos en una solución muy valorada por los diseñadores, que se han atrevido así a arriesgar más en sus diseños.

¿Cuáles son las principales virtudes de la tinta blanca para impresora?

  • Que el color es muy opaco y, por tanto, cubre al 100%.
  • Que, al revés de lo que pasa en serigrafía, tiene mucha definición.
  • Que se pueden hacer pocas copias sin encarecer el precio. En cortas tiradas, el offset sería económicamente muy costoso.
  • Que el proceso es más rápido.

Finalmente, hay que destacar que permite trabajar sobre todo tipo de colores y soportes, incluyendo entre ellos papeles estucados y sin estucar, texturizados, metálicos, adhesivos, de cartón y papeles kraft.

Impresión digital con tinta blanca