La mezcla disolvente de una o más resinas, bien sean de origen natural, bien de origen sintético, elaborada en aceites o en otras sustancias volátiles recibe el nombre de barniz. Al utilizar un barniz, lo que estamos haciendo es intentar proteger la superficie de lo que se ha barnizado de la acción negativa provocada por el aire, la humedad, el sol, los arañados, las temperaturas extremas, la corrosión, etc. Si al barniz, además, se le agrega algún tipo de color, cumplirá la doble función de proteger y decorar al mismo tiempo.

Cuando se habla de barnizar, comúnmente pensamos en sillas, camas, muebles, bibliotecas, armarios, etc. También pensamos en metales expuestos en zonas abiertas y, posiblemente, en embarcaciones. Pero hay que tener presente que el barnizado puede ser, también, una tarea propia de las artes gráficas. Sobre papel, cartón o plástico, el barnizado UV o barnizado UVI está presente en el mundo de la impresión y con él se persiguen dos objetivos. El primero, lógicamente, es el de proteger el trabajo impreso. El segundo, no menos importante que el anterior, es el de aportar calidad y belleza a ese trabajo al que, además, se le intenta dar una duración especial y una especial suavidad al tacto. Esa suavidad al tacto confiere a los productos en los que se ha utilizado el barnizado con laca UV un acabado de agradable finura.

El barnizado UV puede emplearse tanto en aplicaciones offset como en impresión digital o en serigrafía.

Usos del barnizado UV

Si hay un proceso al que pueda compararse el de aplicación de la laca o barniz UV es al proceso del plastificado. En el caso del barnizado UVI, sin embargo, el secado no se realiza por evaporación de sus componentes. Para secar la tinta UV y los componentes químicos disolventes que participan en el proceso del barnizado UV se somete a la película impresa a la acción de los rayos ultravioleta.

La técnica del barnizado UV suele emplearse principalmente para imprimir:

  • Folletos
  • Portadas de libros
  • Catálogos
  • Tarjetas de presentación
  • Envases de alimentos

Cuando para aplicar el barnizado UV se utiliza la serigrafía o la impresión digital se obtienen sensaciones de volumen y de profundidad que permiten que el producto impreso consiga unos destacados efectos 3D.

El barnizado UV es un proceso de impresión rápido y económico. Eso, unido a los acabados de primer nivel, lo convierten en un proceso muy interesante y que siempre hay que tener en cuenta a la hora de diseñar algún producto de tipo publicitario. No en vano, la impresión UVI ofrece una serie de ventajas entre las que podemos destacar:

  • Máximo brillo.
  • Gran adherencia.
  • Muy bajo y casi imperceptible olor residual.
  • Gran calidad de impresión, en especial cuando se aplica en papeles gruesos, de colores oscuros y efecto mate. La experiencia demuestra que es en este tipo de papel donde se consiguen los mejores resultados.
  • Resistencia al agua, la grasa, la suciedad o el rayado.

La impresión UV, además, permite producir un alto número de ejemplares en períodos muy cortos de tiempo. A la hora de diseñar e imprimir esos ejemplares, se puede optar por aplicar el barniz UVI en toda la superficie impresa o, por el contrario, en una sola parte de la misma. En ese segundo caso, hablamos de barniz UV selectivo o de barniz UV localizado.

Finalmente, el barnizado UVI puede combinarse con pigmentos metálicos. La mezcla del barniz con pigmentos metálicos permite al diseñador y al impresor incrementar la textura de la impresión y, además, proveer a ésta de unos brillantes efectos visuales.