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Marcas de cartuchos de tinta

Brother

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Canon

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Epson

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HP

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Una de las grandes revoluciones experimentadas en las oficinas fue, tras la implantación de los ordenadores, la llegada de la impresoras. Éstas se han convertido en herramientas imprescindibles. Los dos tipos más comunes que podemos enconrtrar tanto en la oficina como en casa son las impresoras láser y las de inyección de tinta. Las primeras utilizan tóner. Las segundas, los llamados cartuchos de inyección de tinta. Mientras los primeros contienen polvo seco, los segundos contienen líquido. De estos hay de varios tipos: rellenables, compatibles, reciclables…

Cartuchos de tinta

¿Qué es y cómo funciona un cartucho de tinta?

Imprescindibles en los procesos de impresión, los cartuchos de tinta son cunsumibles que se utilizan para proyectar y almacenar los diferente colores de las impresoras.

Lo primero que hay que tener presente al hablar de los cartuchos de impresora es que no son consumibles estandarizados. Todos son pequeños contenedores con un depósito interior en el que almacenar el colorante, pero la marca de la impresora determina el tamaño y forma del mismo.

Todos ellos, eso sí, cuentan con unos contactos o chip cuya finalidad es doble. Por un lado, dichos contactos ayudan a la impresora a identificarlos. Por otro, sirven para señalar al sistema de la impresora la cantidad de líquido restante.

Muchos de estos consumibles poseen también cabezales de impresión. En ellos se encuentran los inyectores, conductos microfinos a través de los cuáles sale el color.

En otras ocasiones, sin embargo, los cabezales no se encuentran en el consumible, sino en la impresora. Los cartuchos de tinta EPSON, por ejemplo, carecen de cabezales. Éstos se encuentran en el equipo de impresión. Por el contrario, los cartuchos de tinta HP sí poseen, en la mayoría de los casos, cabezales incorporados.

Las diferencias entre ambos sistemas son las siguientes:

  • Los consumibles con cabezales incorporado son más caros pero aseguran una mayor durabilidad y un funcionamiento mejor.
  • Las impresoras que tienen los cabezales en su interior deben tener un mantenimiento más exhaustivo. ¿Por qué? Porque si la tinta se secara podría causar una grave avería en el equipo de impresión. Los cabezales, en estos casos, pueden sustituirse.

En el caso de las grandes impresoras y los plotters, los cabezales se encuentran en la máquina. Al igual que en el caso anterior, éstos son sustituibles. En estos casos, el depósito de almacenamiento tiene una gran capacidad. En las impresoaras domésticas, dicha capacidad oscila entre los 2 los 5 ml. En los sistemas profesionales, la capacidad llega hasta los 60 ml.

Cartuchos de tinta HP

Sistemas de funcionamiento de cartuchos de impresora

En el mercado podemos encontrar dos tipos de cartuchos de impresora de inyección dependiendo de sus sistemas de funcionamiento:

  • Sistema de burbuja. En este caso, la tecnología se basa en el calor. Un impulso eléctrico hace que se caliente el inyector. El incremento de la temperatura, a su vez, hace que se genere una burbuja de aire. Ésta, al desplazarse, empuja la gota de color hacia el exterior a través del inyector. El cese de la energía provoca el enfriamiento del inyector. Una vez frío, vuelve a llenarse de colorante. Este sistema, llamado también sistema de inyección térmico, se ha atribuido tradicionalmente a la marca Canon.
  • Sistema piezoeléctrico. Esta tecnología, desarrollada por la firma EPSON, se fundamenta en el uso de los llamados cristales piezoeléctricos. La característica principal de estos cristales, que se encuentran alojados en la parte posterior del depósito, es su capacidad de deformación. Al aplicar la corriente eléctrica al cristal, éste se deforma y ejerce presión sobre el colorante. Éste, al recibir dicha presión, liberará una gota. La interrupción de la corriente, por su parte, hará que el cristal deje de presionar sobre el líquido, regresando a su posición original.

Tanto con un sistema de funcionamiento como con otro, para que el proceso de impresión sea posible y el color correspondiente quede fijado al papel deben darse dos circunstancias: presión y capilaridad. La primera depende del equipo y de los cartuchos; la segunda, del papel. Para una buena impresión, el papel debe tener una capacidad correcta para absorber el colorante.

La calidad de una impresión con inyección de tinta depende fundamentalmente (y más allá de la capilaridad del papel) de la velocidad del mecanismo de la impresora y de la capacidad de los cabezales para inyectar. A mayor capacidad de inyección, mayor calidad de impresión.

Los cabezales de una impresora de este tipo disponían originariamente de toberas agrupadas en tres grupos. Cada uno de esos grupos permite lanzar uno de los tres colores primarios (cyan, magenta y amarillo) a partir de los cuales se generan todos los colores.

Las impresoras actuales disponen además de una cuarta tobera destinada a un cuarto cartucho: el del color negro. ¿Por qué? Porque aunque el negro puede fabricarse con los tres colores básicos, el resultado no es puro. El negro resultante de la combinación de cyan, magenta y amarillo es un negro amarronado.

Cartucho de tinta Epson

Tipos de cartuchos de tinta

A la hora de comprar cartuchos de tinta veremos que en el mercado podemos encontrar diversos tipos. Dichos tipos son los siguientes:

  • Originales. Cada fabricante de equipos de impresión fabrica sus propios consumibles. Sin duda, ellos son los que mejor se adaptan a sus equipos y los que mayor calidad aportan. Así, igual que EPSON y HP tienen sus propios consumibles, también los tienen marcas como Canon o Brother. Si se tiene una impresora de esta última firma, comprar cartuchos de tinta Brother es una buena manera de asegurarse un buen rendimiento y una buena calidad de impresión. Lo mismo sucede si se compran cartuchos de tinta Canon para una impresora de esta marca. ¿El problema? El precio. Los cartuchos originales son caros. Las marcas dicen que en el precio de sus consumibles se paga un canon que les permite seguir investigando e innovando. De ahí, en gran medida, el alto coste de este tipo de consumible.
  • Compatibles. Hablar de este tipo de consumibles es hablar de productos hechos por marcas diferentes a la de una impresora en cuestión pero que pueden funcionar en ella. La gran ventaja de este tipo de consumible es su precio. Éste puede llegar a ser incluso un 80% más bajo que el del original. ¿El hándicap? Que en algunas ocasiones la impresora, sobre todo si se ha actualizado su sistema operativo, no reconoce el cartucho incompatible. Las grandes marcas suelen actualizar el sistema operativo de sus impresoras precisamente para eso.
  • Recargables. Como su propio nombre indica, este tipo de consumible puede rellenarse. Por eso se compran vacíos y tienen un orificio para ser recargados. ¿Qué permite esto? El reutilizar el mismo cartucho en múltiples ocasiones. Esto, sin duda, juega a favor del medio ambiente. Utilizándolos se generan menos recursos y se realiza un consumo más sostenible. Existen diversos tipos de cartuchos recargables para distintos tipos de tinta: colorante, de sublimación o pigmentada. Rellenar cartuchos de tinta puede ser una buena manera de ahorrar dinero y, al mismo tiempo, velar por la ecología.
  • Reciclados. Los cartuchos de tinta reciclados o remanufacturados son consumibles originales que se vuelven a rellenar una vez se ha agotado el líquido colorante. Para ello, el consumible se limpia antes y se sustituyen en él las partes desgastadas o dañadas. Más allá de los beneficios ecológicos derivados del uso de este tipo de recargas, el consumidor encuentra en su compra otra ventaja: permite ahorrarse hasta el 60% de la cantidad que pagaría al comprar un cartucho original.

Comprar cartuchos de tinta

¿Cuánto dura un cartucho para impresora?

Estos son los tipos de consumibles para impresora de inyección que puedes encontrar en el mercado. Elegir depende de ti. Sea cual sea tu decisión, piensa siempre que un cartucho se llama consumible por algo. Están destinados a agotarse. Por eso deberás contar siempre con que, cada determinado tiempo, estarás obligado a comprar uno de ellos. El ritmo al que se agoten depende de varios factores:

  • El tamaño. Lógicamente, con un uso semejante, se gastará antes el más pequeño que el más grande.
  • La eficacia de la impresora. Un dispositivo de impresión limpio y bien mantenido sirve para alargar la vida de los consumibles que se utilicen en él.
  • La frecuencia de impresión. Lógicamente, a mayor uso, mayor rapidez de agotamiento.
  • Tipo de documentos que se impriman. No se gasta lo mismo imprimiendo documentos de texto que imprimiendo imágenes.
  • Del tipo de letra que se use en los documentos a imprimir. Cuanto más compleja y grande sea la fuente de letra, más tinta se gastará. Fuentes de letra como New Courier y Arial son muy adecuadas, en cuerpos inferiores a los 12 puntos, para gastar poco.
  • Los ajustes de la impresora. Simples acciones manuales pueden servir para reducir el consumo de colorante. Una calidad más leve de color o la elección de la escala de grises posibilitará el gastar menos.

Finalmente, hay que tener en cuenta que un cartucho guardado en un cajón y lejos de la ventana dura más que otro expuesto al sol o en una zona calurosa. Al guardarlos, además, hay que cuidar de colocarlos de forma vertical.

Un último consejo: nunca es aconsejable comprar este tipo de consumibles en grandes cantidades aunque ello, en principio, pueda parecer un ahorro. ¿Por qué? Porque tienen fecha de caducidad. Desde que sale de la fábrica, un cartucho tiene entre 18 y 24 meses de vida.

Rellenar cartuchos de tinta