La impresión perfecta es el objetivo de cualquier proyecto de imprenta, ya sea un folleto, una revista o un cartel. Para lograrlo, es fundamental realizar una serie de comprobaciones esenciales durante el proceso mismo de imprimir. En este artículo exploraremos los aspectos clave que debemos tener en cuenta a la hora de realizar una revisión durante la impresión, desde ajustar el color y el contraste hasta verificar la alineación y el espaciado, controlar la resolución, revisar el sangrado y los márgenes, y realizar una inspección final antes de la tirada completa.
Todas estas etapas son fundamentales para evitar errores tipográficos, recortes no deseados y garantizar una calidad óptima en cada impresión.
¡Descubramos cómo obtener una tarea de imprenta perfecta!
Chequeo de lo impreso
Las tareas de chequeo de lo impreso pueden realizarse a cualquier hora de la mañana o de la noche. Las imprentas de un tamaño mediano acostumbran a trabajar durante las 24 horas y, aunque las faenas acostumbran a programarse para evitar que el cliente o el diseñador deban intervenir en horarios “extraños” o “inhabituales”, cualquier problema en la prensa en cualquiera de las faenas programadas puede hacer que la programación varíe de manera más o menos sustancial.
En esta revisión a pie de prensa, algunos de los aspectos fundamentales que hay que tener en cuenta son:
- Que el pliego de prensa coincide con el pliego de las pruebas. Esa coincidencia debe afectar a imágenes, texto, color y otros contenidos.
- Comprobar que no hay defectos en los procesos de registro, color y cobertura de la tinta. Hay que buscar manchas y que el texto (sobre todo el pequeño y en blanco) sobre colores o imágenes queda bien perfilado, sin que la imagen o el fondo lo invadan.
- Si hay imágenes que cruzan u ocupan varias páginas o elementos que se repiten en varias páginas con el mismo color, hay que comprobar la consistencia del mismo. Hay que evitar que el mismo color aparezca más apagado o vivo dependiendo de la página en que está ubicado.
Revisión durante la impresión: ajuste de color y contraste
El ajuste de color y contraste es fundamental para lograr una imagen nítida en el proceso de impresión. Al asegurarnos de que los colores sean precisos y el contraste esté correctamente equilibrado, podemos obtener una reproducción fiel de la imagen original.
Para lograr esto, es necesario utilizar herramientas y técnicas adecuadas, como el uso de perfiles de color y la calibración regular de los dispositivos que se utilicen para imprimir.
Además, es importante tener en cuenta que los colores pueden variar dependiendo del tipo de papel utilizado, por lo que es necesario realizar pruebas y ajustes para obtener los resultados deseados.
Un ajuste incorrecto de color y contraste puede resultar en una imagen borrosa o descolorida, lo que afectará negativamente la calidad final del treabajo impreso.
Cuando se habla de color y de cómo está quedando impreso, hay que tener en cuenta que siempre pueden realizarse ajustes menores en la prensa, pero hay que prever que, posiblemente, haya problemas de una envergadura tal que no puedan ser solucionados si no es mediante la realización de un segundo golpe de color.
- Comportamiento bursátil. Hay que prestar mucha atención a cómo está reaccionando el papel ante el hecho fundamentalmente físico de la impresión. Que no se produzcan dobleces. Que la tinta no traspase al dorso de lo impreso. Que no aparezcan arrugas finas. Que no queden zonas sin imprimir.
- Suciedades y arañazos. Al observar las hojas impresas hay que prestar especial atención al hecho de que puedan aparecer halos blancos en zonas de color. Estos halos pueden ser creados por la presencia de alguna partícula extraña pegada a la plancha o a la manta. Cuando era habitual realizar el montaje de fotolitos sobre astralones, estos halos blancos podían producirse, por ejemplo, por la simple presencia de un trozo de celo entre el fotolito y el astralón.
El control de la resolución en la revisión durante la impresión
El control de la resolución es esencial para garantizar una impresión de alta calidad.
La resolución se refiere a la cantidad de detalle que puede capturar o mostrar una imagen.
En el proceso de impresión es importante verificar que la resolución de las imágenes sea adecuada para evitar que se vean pixeladas o borrosas en el producto final. Para ello, es necesario comprobar la resolución de las imágenes antes de imprimir y asegurarse de que cumplan con los estándares necesarios para una reproducción nítida.
Además, es importante tener en cuenta el tipo de papel y la técnica de impresión utilizada, ya que esto también puede afectar la calidad final.
Realizar pruebas de impresión y ajustar la resolución según sea necesario ayudará a garantizar un trabajo de alta calidad que servirá para satisfacer las expectativas del cliente.
Inspección final antes de la tirada completa
Del mismo modo que las pruebas de preimpresión son una fase capital en el proceso de impresión, La inspección final antes de la tirada completa es algo crucial en dicho proceso. Cuando llega ese momento se debe realizar una revisión exhaustiva de todos los elementos del diseño, como el color, la alineación, el espaciado y los márgenes. Es la última oportunidad para detectar y corregir cualquier error antes de que se realice la tirada completa.
Durante esta etapa, se deben verificar nuevamente los ajustes de color y contraste para garantizar una imagen nítida y de alta calidad. Además, se debe comprobar la alineación y el espaciado para evitar errores tipográficos que puedan afectar la legibilidad del texto. También es importante revisar el sangrado y los márgenes para evitar recortes no deseados.
Estas comprobaciones solo son efectivas si se realizan de manera constante y minuciosa. Cada detalle cuenta en el mundo de la imprenta y en sus procesos, y una pequeña omisión puede arruinar todo el trabajo realizado. Por lo tanto, es importante que tanto los profesionales como los aficionados a la impresión sean conscientes de la importancia de estas comprobaciones, así como de la de las pruebas de imprenta y las integren en su proceso de trabajo. La búsqueda de la perfección en cada trabajo es un desafío constante, pero uno que vale la pena perseguir.
Ciertamente, la detención de una prensa y los malabarismos implícitos en cualquier corrección que deba hacerse es una tarea que se plantea especialmente engorrosa y desagradable. Se suele decir que cada minuto que la prensa está parada implica dinero que se deja de ganar. Sin duda es así, pero qué duda cabe de que esas interrupciones son una tarea necesaria. Renunciar a ella puede suponer la reimpresión final de todo el trabajo. Y eso, claro está, cuesta mucho más dinero que el que se deja de ganar al interrumpir una tarea de imprenta para hacer correcciones.