Hace ya mucho tiempo que los vinilos están muy presentes en el mundo de las artes gráficas. Imprimir vinilos ya no es algo extraño: es algo que se hace a diario en muchas imprentas. En gran medida, esto ha sido posible gracias a la evolución de este material plástico.
En la actualidad, podemos encontrar muchos tipos de vinilo en el mercado. Saber cuáles son esos tipos y qué cualidades y uso tiene cada uno de ellos es capital a la hora de realizar un trabajo de impresión. Los hay más o menos duraderos, más o menos caros y de calidades muy diversas. En este artículo te vamos a hablar de los diferentes tipos existentes en el mercado y del uso más óptimo que podemos dar a cada uno de ellos.
Tipos de vinilo según sus materiales
El proceso de fabricación y los materiales empleados en la misma determinan tres variedades de vinilo:
- Vinilos fundidos. Éstos se fabrican a partir de un líquido que se va solidificando lentamente. El resultado es un vinilo fino y estable, flexible y duradero que se usa principalmente sobre superficies exteriores y para rotular vehículos.
- Vinilos monoméricos. Para crear este material se usa una masa de plástico. Ésta se va estirando con unos rodillos que la van convirtiendo en una capa fina. La durabilidad y la flexibilidad de este material es menor que la de los fundidos.
- Vinilos poliméricos. Este material se crea del mismo modo que el anterior: con una masa de plástico y unos rodillos que van estirando la masa. En este caso, sin embargo, el uso de polímeros garantiza una flexibilidad y una resistencia mayor que permite a esta tipología de vinilo tener los mismos usos que los que tienen los fundidos. Es decir: también sirven para uso en exteriores.
Tipos de vinilo según su proceso de impresión
Existen diversos procesos de impresión para dar a un vinilo su aspecto final. Dependiendo de dicho proceso de impresión podemos hablar de vinilos de corte o de vinilos de impresión. Conozcamos las características principales de cada uno de ellos.
- Vinilos de corte. Este tipo se caracteriza por salir de una bobina de vinilo de color único. A partir de ella, el plotter troquela las formas del diseño elegido. Dentro de este tipo podemos encontrar dos variantes: sin laminar y laminados. Los segundos son más duraderos y resistentes que los primeros. Su acabado, además, es más brillante gracias a disfrutar de colores más vivos.
- Vinilos de impresión. En este caso, el plotter diseña la forma del troquelado sobre una bobina de vinilo blanco o transparente. El troquelado efectivo de las diferentes formas se realiza posteriormente. Al igual que sucede en el caso anterior, aquí también podemos encontrar las modalidades de laminado y sin laminar
Tipos de vinilos según su apariencia
Finalmente, vamos a realizar una última tipología de este material teniendo en cuenta la apariencia del mismo y el uso que se da al mismo. Según eso, podemos distinguir entre vinilos al ácido, de pizarra, electroestáticos o texturizados. ¿Cómo son y en qué se utilizan preferentemente cada uno de ellos?
- Al ácido o arenados. La característica principal de este tipo es que deja pasar la luz sin que se vea el interior. Suele utilizarse en: espejos, ventanas, cristales, despachos, gimnasios, halls… es decir: en aquellos lugares en los que se busca una cierta privacidad y un diseño atractivo. Con una gran durabilidad y resistencia, es lavable y no deja marcas al ser retirado.
- De pizarra. Las cocinas y los restaurantes son el lugar ideal en el que emplazar este tipo de vinilos. Prácticos y divertidos, permiten decorar el lugar en que se emplazan y, al mismo tiempo, permiten escribir en ellos. Hay de dos tipos: los acabados en pizarra tipo tiza y los blancos para rotuladores.
- Electroestáticos. Se pega y despega cuantas veces se desee pues es la electricidad estática la que le permite pegarse. No lleva ningún tipo de adhesivo. Se suele utilizar en electrodomésticos, espejos y cristales.
- Texturizados. El universo del diseño de interiores valora mucho este tipo. No en vano, se pueden encontrar vinilos texturizados muy diversos: con textura de cuero, de madera, metalizada, de azulejo, etc. Los diseñadores de interiores lo valoran mucho por dos motivos: porque en poco tiempo pueden dar un aspecto muy agradable a un espacio y porque sirven para ahorrar mucha mano de obra.
Las posibilidades de diseño, troquelado, finalización y aplicación de los vinilos es mucha. Por eso los convierte en un material muy útil. Uno de los ejemplos más prototípicos de su uso sería el de la rotulación de vehículos y furgonetas. Para aplicarlo en este tipo de superficie, habitualmente con curvas, se debe aplicar calor para adherir el vinilo lentamente al coche. Solo procediendo de ese modo se evitará la aparición de burbujas que afee la apariencia final del producto y su más fácil deterioro.
Más allá de todos estos usos, este formato puede utilizarse en suelos (imitando al parquet), en paredes (dando la apariencia de azulejos, madera o piedra); en textiles e, incluso, en el mundo de la cosmética. Basta con comprobar que en el mercado existen manicuras prefabricadas.
El mundo del diseño y de la publicidad ha encontrado sin duda un gran aliado en el vinilo.