De entre todas las técnicas de impresión, hay una que resulta especialmente útil para imprimir sobre cualquier tipo de superficie. La técnica de la que hablamos es la tampografía (Pad Printing en inglés). Con ella se imprimen libretas, llaveros de plástico, teclas de ordenador…

Basada en el marcado indirecto mendiante transferencia de tinta y usando un tampón de silicona o caucho, la tampografía resulta muy útil, por ejemplo, a la hora de dar una definición respetable a una impresión que deba realizarse sobre una pieza que, bien porque es curva, bien porque presenta bastante rugosidades, es una pieza no lisa ni, por tanto, fácil de imprimir.

Entre las ventajas de la tampografía está la de ser muy útil a la hora de estampar objetos de pequeñas dimensiones, por lo que resulta especialmente interesante cuando se quieren imprimir pequeños objetos publicitarios.

La técnica de la tampografía permite que la impresión resulte altamente fiel al diseño. Además, aunque su tiempo de secado no es muy alto, la duración de lo impreso es muy alta. Eso sí: en metal la tampografía no da unos resultados demasiado brillantes. Por eso, cuando se debe imprimir sobre metal, lo mejor es recurrir a una serigrafía cuidadosamente fina.

Proceso de la tampografía

La tampografía, al contrario que otras técnicas de impresión, no es una técnica demasiado antigua. Pierre Smichd fue el maestro relojero suizo que, en 1969, fabricó el primer mecanismo de tampografía conocido. La automatización del proceso permitió a los maestros relojeros suizos, con un tampón de gelatina, trasladar la imagen que hubieran escogido sobre la esfera de sus relojes.

El proceso de impresión de tampografía sigue los siguientes pasos:

  1. Colocación de tinta en el clisé. El clisé es un hueco grabado hecho en una plancha de acero.
  2. Barrido del clisé por la racla. La racla es un fleje de acero muy fino que, al barrer el clisé, deja solamente la tinta dentro del huecograbado o del relieve.
  3. Descenso del tampón sobre el clisé. Al descender sobre el clisé, el tampón, que está generalmente fabricado con silicona, recoge la tinta que quedó en el huecograbado o relieve.
  4. Actuación del tampón sobre la superficie a imprimir.

La tampografía ha alcanzado con el tiempo tal desarrollo técnico que permite imprimir pequeños caracteres y trazos finos con una alta precisión y una gran delicadeza. En la actualidad, utilizando la técnica de la tampografía y el uso de tampones elaborados en parte con aceite y en parte con silicona, pueden llegar a imprimirse incluso fotografías a color adaptadas a formas “imposibles”.

Todas estas posibilidades de impresión permiten hoy en día impulsar campañas publicitarias contando con la presencia de ellas de objetos inimaginables hace unos años. El merchandising de una empresa es hoy mucho más sencillo que unos años atrás gracias a la técnica de la tampografía.

Ventajas e inconvenientes de la tampografía

Como toda técnica de impresión, la tampografía tiene sus pros y sus incovenientes.

Entre las ventajas de la tampografía podemos destacar las siguientes:

  • Se pueden imprimir grandes tiradas en poco tiempo
  • Permite imprimir diseños con pequeños detalles y letras
  • Permite imprimir en superficies curvas

Por el contrario, la técnica de la tampografía tiene inconvenientes. Destacaremos aquí dos. En primer lugar, la tampografía no es una técnica de impresión demasiado recomendable para tiradas cortas. En segundo lugar, cuando se emplea esta técnica, el área de impresión viene determinada por un factor irrefutable: el tamaño del tampón. Y éste, hay que decirlo, no suele ser demasiado grande.