En imprenta, ¿se puede reproducir en formato plano o de dos dimensiones la sensación de una imagen en volumen o en movimiento? Sí: empleando la técnica de la impresión lenticular. Seguro que en alguna ocasión has visto una imagen de ese tipo, pero… ¿sabes cómo se imprimen imágenes así? En este artículo vamos a intentar explicarlo.
La impresión lenticular, como tantas técnicas en las artes gráficas y en otras facetas y profesiones del ser humano, es fruto de la evolución. Los frutos de hoy son el resultado de las semillas plantadas ayer. Y es que… ¿qué pensaría el pintor francés Bois-Clair si viera algunas de las imágenes que, hoy en día, se producen en algunas imprentas gracias a la técnica de la impresión lenticular? Este pintor, ya en el siglo XVII, intentó conseguir un efecto tridimensional con las imágenes que pintaba. ¿Cómo? Interponiendo una rejilla de listones o tornos verticales entre el lienzo pintado por él y el espectador del cuadro. Dependiendo del ángulo de visión desde el que el espectador contemplara el cuadro, la imagen contemplada podía ser distinta.
Como vemos, pues, la aspiración a plasmar imágenes lenticulares no es de hoy. Aunque si hay que otorgar a alguien el honor de haber sido el primero en realizar, allá por mediados de los treinta y principios de los cuarenta del siglo XX, las primeras impresiones lenticulares, ese alguien es Victor Anderson. Anderson, al frente de su empresa Vari-Vue, produjo miles de imágenes lenticulares destinadas a numerosos fines. Anderson imprimió postales, tapones de champagne, tarjetas y hasta anuncios en publicaciones diversas.
La técnica de la impresión lenticular se hizo especialmente popular durante la década de los setenta. Algunos artistas, desde una visión psicodélica de la realidad, utilizaron esta técnica para realizar sus obras y los publicistas encontraron en ella un filón que no dudaron en utilizar a la hora de diseñar sus campañas y los productos que debían formar parte de ellas. Entre los artistas que emplearon o han empleado la técnica lenticular para realizar sus obras podemos destacar a Roy Linchestein, Chris Levine, Derrik Santini, Marcelo Grosman o Randy Noborikawa.
Tanto en esos casos, como en los casos en los que actualmente se recurre a la impresión lenticular para realizar determinados productos de impresión, lo cierto es que la base sobre la que se sustenta esta técnica es, en esencia, la que utilizaba Clair-Bois para realizar aquellos cuadros suyos en los que intentaba reproducir las tres dimensiones en una superficie 2D. La diferencia, claro, radica en los recursos utilizados por Clair-BOis para conseguirlo y los recursos utilizados ahora en una imprenta. Si el pintor francés utilizaba el trazo manual y el lienzo para llevar a cabo su obra; las imprentas que hoy en día se dedican a realizar impresión lenticular utilizan láminas lenticulares de plástico transparente y sistemas de impresión offset para lograrlo.
Para conseguir el efecto de movimiento y de profundidad propio de la impresión lenticular se componen dos o más imágenes secuenciales. Una vez compuestas/impresas dichas imágenes, se dividen en “tiras” y dichas tiras se entrelazan entre ellas. Una vez se han conseguido entrelazar las tiras, a la imagen resultante de dicho proceso se le une, cubriéndola, una lámina lenticular con una superficie ondulada. ¿Cuál es el objetivo de unir dicha lámina? Que, con ella, la luz que incide sobre la imagen se refleje en diferentes direcciones. Así, cambiando el ángulo de visión y teniendo en cuenta que las lentes paralelas de esa película plástica que es la lámina lenticular están alineadas con los entrelazados de la imagen, se pueden ver varias imágenes.
Otra manera de realizar la impresión lenticular y de conseguir los efectos de la misma es imprimiendo la imagen en la superficie plana de la lámina lenticular. Más sencilla que la anterior, puesto que la imagen puede salir ya dividida en tiras desde el ordenador desde que el que se ha diseñado el producto y se ha preparado la imagen, ésta es la técnica más comúnmente utilizada para imprimir imágenes lenticulares.
A la hora de realizar la impresión lenticular se pueden conseguir diversos efectos. Lo más habitual es buscar el llamado efecto 3D o el efecto movimiento o efecto Morphing, pero también pueden perseguirse los efectos zoom, flip (combinación de dos o más imágenes muy diferentes entre) y metamorfosis.
Sean unos u otros los efectos buscados y conseguidos con la aplicación de esta técnica, la impresión lenticular suele utilizarse para imprimir piezas de merchandising. Así, lo más habitual es encontrar muestras de este tipo de impresión en puzles, calendarios, imanes, salvamanteles, carpetas, portadas de agendas, reglas, abanicos, envases promocionales, etc.